Respecto a la primera lectura de Cuentos en verso para niños perversos de Roald Dahl, me han parecido cinco cuentos graciosos y peculiares. Son cuentos y fábulas que todos conocemos pero con un giro inesperado de los acontecimientos. Es interesante ver cómo se pueden transformar tan radicalmente las historias y cómo puede "afectar" o influir en nuestros recuerdos de la infancia acerca de estos cuentos.
El que más me ha gustado ha sido el de Blancanieves y los siete enanitos. Tiene un final que no me esperaba para nada y además es feliz. Es el único cuento en el que no hay ninguna muerte y el menos trágico. También me ha gustado mucho el de Los tres cerditos por el final en el que aparece también caperucita. Ambos cuentos tienen al mismo villano y me ha parecido muy original juntar a los personajes en el mismo cuento para acabar con él.
Sin duda el que menos me ha gustado ha sido el de Ricitos de oro y los tres osos. De pequeña recuerdo que ese cuento me gustaba mucho y este final me ha resultado un poco traumático. Además, no me ha parecido tan original como el resto.
Un final diferente y original para la gran obra literaria de Platero y yo del famoso autor Juan Ramón Jiménez podría ser el siguiente:
Al morir Platero, este se transporta al mundo del famoso ogro Shrek, convirtiéndose en el asno de esta historia. Al llegar a este mundo, Platero se olvidaría completamente de su antigua vida y encontrará un nuevo mejor amigo, Shrek. Ambos crearán un nuevo vínculo de amistad que le hará recordar viejos momentos con su antiguo amigo. Finalmente, descubrirán que Dragona, el dragón de la película de Shrek con el que se casa el asno, es aquel amigo del que hablábamos, su primer amigo que acabará convirtiéndose en su primer y único amor.
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